Conquista- arrebato

Hallaremos un momento equilibrado para un llanto?
Irremediablemente...no.

En una despejada tarde de domingo.Silencioso. Sereno.
No habia pensamiento abrumador alguno.
No llovía. No era un dia gris. Clima agradable, con sol inclusive.
No habia viento. No habia sufrido una decepción.
Sin peleas ni discusiones...

Algo patinó.
Algo se desestabilizó en ese reflejo que poseemos del alma.
Me encontró el llanto.
Lo arrebaté, lo llevé por delante. Seguí pensando que no era real.
Que no llegaría. Que lo podia predecir con razones.
Me apuró, me abucheó, casi me ahoga ... y ... me conquistó!

Abrumante y encantador.
Luchador sensato.
Un señor guerrero. Sin retaguardia con secuelas.
Hasta el más confiable para confiar.

Pasó el estallo, la represa de lágrimas ininterrumpidas dejó de funcionar.
Esta vez no limpió culpas, ni emociones...
Sólo conquistó y lo descubrí en donde no sabía que existía.