Tan a salvo me crei por dos de estaciones... invierno, primavera... Llegó el verano y llegó con el sol que pesa rayos... alivia torpezas de sombras y agiganta vitalidad.
Volver a lo que se olvidó.
Resplandor fatal de seguridad aparente...
Te segui sin sentirlo
Te extrañé sin pensarlo
Te calcé como la horma perfecta de mi zapato
y confié en esa pizca de certeza y picardía que regalás sin prejuicios...
Cualesquiera fueren intenciones de hierro, naturalidad de hombre no sensato.
Sin cuidado y paragüas abiertos para bailar con la lluvia...
Quiero? Vos.